lunes, 3 de marzo de 2014

Cómo cancelar una cuenta bancaria o tarjeta de crédito

Cómo cancelar una cuenta bancaria o tarjeta de crédito
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Contratar un producto financiero es muy sencillo. Seguramente ya te hayan ofrecido millones de veces abrir una cuenta bancaria o un depósito en tu entidad financiera de forma muy sencilla. No obstante, el proceso se invierte cuando es el cliente el que necesita dar de baja alguno de sus productos. Los motivos pueden ser muy diversos: estar insatisfecho con el trato recibido, haber recibido mejores ofertas que compensan más, miedo a que tus ahorros no estén seguros en ese banco….
Pero, ¿tan complejo es cerrar, por ejemplo, una cuenta bancaria? Desde luego que no, pero si es cierto que, en ocasiones, todos estos trámites pueden resultar engorrosos. Sin embargo, es necesario cerciorarse que el cierre de la cuenta está realizado correctamente para no llevarse sorpresas inesperadas. No son raros los casos en los que un cliente se encuentra con que aquella cuenta que había dado supuestamente de baja le está generando comisiones de mantenimiento que no está pagando.

¿Cómo cancelar una cuenta bancaria?


En primer lugar, debes cerciorarte de que puedes cerrarla sin ningún problema la cuenta. Por ejemplo, si lo que quieres dar de baja es una cuenta nómina, debes asegurarte de que puedas hacerlo sin problemas. En ocasiones, especialmente cuando la entidad te ha ofrecido algún beneficio financiero o regalo material, debes respectar una serie de periodos de permanencia. No obstante, nadie puede obligarte a no marcharte por esto. Simplemente, si te marchas antes del tiempo pactado, te supondrá una penalización.
Para obtener esta y más información, lo más recomendable es ponerte en contacto con la oficina donde contrataste tu producto. Ellos te informarán de los pasos a seguir para cancelarla. En algunas entidades, bastará con enviar un escrito. En otras, deberás rellenar el formulario que te aporten.
Evidentemente, antes de dar de baja tu cuenta, deberás eliminar todos los medios de pago asociados a la cuenta. Por eso, la entidades solicitan que los interesados acudan personalmente y así entregar las libretas, talonarios, tarjetas, devolver el saldo, etc. Ejemplo de ello es que si hay algún cheque pendiente de pago, habrá que esperar 30 días desde la emisión del último cheque, o bien, que este se haga efectivo.
Verifica que no existen deudas ni otros compromisos pendientes (recibos domiciliados tales como el IBI, cuotas por pagar…) Mientras estén estas deudas pendientes de pagar, la cuenta bancaria no podrá darse de baja.
Recuerda que la entidad no te puede penalizar por cancelar tu cuenta bancaria, siempre y cuando no tengas compromisos pendientes con la misma. Aunque quizás tengas que asumir gastos de gestión del trámite y la parte proporcional del coste de mantenimiento de la cuenta.
Una vez te hayas asegurado que puedes cerrar la cuenta, es necesario que firme la cancelación en titular o titulares de la cuenta presentando sus respectivos DNI. Si quienes abrieron la cuenta fueron Pepito y Luisa, serán ambos los que tengan que dar el consentimiento y su firma para la cancelación. Dado que es necesaria la firma, es un paso casi inexcusable el tener que acudir a tu entidad para cancelar una cuenta bancaria.
Pero, ¿qué sucede si uno de los titulares o el titular ha fallecido? Serán los herederos legales los que puedan realizar este trámite, presentando el conveniente certificado de defunción, la adjudicación de la herencia y una declaración de los herederos.
Para finalizar, pide un comprobante donde conste la cancelación de la cuenta. Es importante que conserves el mismo para evitar problemas posteriores. Será tu principal prueba en caso de tener que realizar reclamaciones con cualquier problema.

¿Y si quiero dar de baja una tarjeta de crédito?


Una tarjeta de crédito bien manejada es de gran ayuda, pudiendo llegar a ser verdaderas navajas suizas. En otros casos, pueden llegar a ser un verdadero peligro sobre todo si eres de los que te dejas poseer por el espíritu consumista, aquel que controla tu cartera y tu pensamiento y hace que consumas de forma inconsciente.
Por eso, es el momento en el que valores el uso de cada tarjeta y te plantees en seguir o no usándolas. Si finalmente decides separarte de ella, no bastará con que la partas en dos con una tijera.
Una vez te encuentres totalmente decidido a prescindir de tu dinero en plástico, comunica a tu entidad tu decisión, ya sea por teléfono, por escrito o cualquier otro medio que conste en el contrato.
Solicita la cuantía a la que ascienda tu deuda (comisiones, intereses, etc.) Recuerda que no debe haber ningún cargo a favor o en contra para realizar este proceso. Puede que te proporcionen un acuse de recibo, clave de confirmación o número de folio.
¡Cuidado! No te adelantes y tires la tarjeta de crédito ya que te pedirán que se la entregues (salvo se de por perdida). Siempre y cuando no existan adeudos, el contrato se dará por finalizado al día siguiente de haber realizado el trámite.

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